NÚMERO: BOL170/DP/2017

Patricia Pardo Casillo es policía municipal, es la primera mujer con mando en la corporación. Sirve a la sociedad queretana desde hace 12 años, y ser una persona proactiva la ha llevado a escalar en la carrera policiaca. Es la comandante de la región 7 en esta ciudad, que abarca desde Avenida de la Luz, Libramiento Norponiente, Libramiento de Jurica, Juriquilla, y lateral de 5 de febrero hacia avenida de la Luz.

Ella cree que el trabajo y los resultados son la llave para avanzar en esta carrera. Comenzó en tránsito en 2004 hasta que fueron homologadas las áreas. Ha pasado por todas las regiones durante su carrera policíaca. Aunque tiene una actitud proactiva, le disfruta también del trabajo reactivo, “me gusta mucho estar en la calle. Siempre me ha gustado, un policía para mí se hace en la calle. Con el tiempo he tenido reconocimientos al heroísmo”.

“Traje al mundo a un bebé hace como ocho o nueve años, he estado en varios enfrentamientos, he tenido reconocimientos a la eficiencia, y he ido escalando a base de trabajo y a base de apoyar a todos mis compañeros, también y de ahí hemos aprendido y la experiencia la hemos tomado”, comparte Paty.

Fue encargada de turno en el área de Menchaca, en un área que era antes el interinstitucional y en el área de El Tintero. A base de resultados, dice, se fijaron en ella para asumir una región. Para ella, la región a su cargo es de las más sensibles, y considera que el equipo de colaboradores que tiene es pieza importante pues también ha aprendido de ellos.

“Me da mucho gusto porque tengo una mujer en encargo de tornado que es un grupo de choque, son ocho hombres y ella está a cargo, y es la que me lleva los reportes. También tengo a cargo una mujer que está en proximidad social, que trabajamos juntas, aquí no se trata de si es mujer o es hombre, sino de darle la oportunidad a la mujer que asuma y que realmente podamos hacer las cosas y este es el resultado de un equipo de trabajo, tanto el que está al lado que es el que me cuida, yo tengo que cuidarlo a él también y ver el área de oportunidad en dónde queremos mejorar”.

El camino no ha sido fácil, pero a lo largo de 12 años ha entendido que no queda más que demostrar sus aptitudes. “Aquí hay mucha gente que no le gusta que una mujer le mande, pero yo creo que con el ejemplo y demostrando que sé hacer las cosas, muchos sabemos hacer las cosas, yo creo que con eso, y a veces tapamos bocas, el ejemplo es lo mejor que podemos dar, saber hacer las cosas y a partir de ahí empezar a trabajar, de ahí ya no te dicen nada”.

Sin embargo, considera que hoy en día ya se están quitando esos tabúes de antes, “yo creo que ya los hombres en esta cuestión, y más en esta área pues sí antes había mucho recelo en una mujer, que una mujer es de escritorio, una mujer no tiene que estar ahí, una mujer no tiene toma de decisiones, una mujer no puede entrar, pero habemos muchas que nos gusta, y nos gusta hacer las cosas”.

Su máximo lema es que todos son iguales. Para ella no importa si alguien en su corporación es policía primero o policía segundo, la única diferencia es que cada uno tiene responsabilidades diferentes, “yo no tengo grados, yo soy un policía más, yo vengo desde abajo, pero sí puedo compartir los conocimientos y apoyar a los que vienen en las nuevas generaciones”. Y confía en que se sigan abriendo oportunidades, y que más mujeres se integren a servir a la sociedad desde esta corporación.